Una rosa roja y aterciopelada, con un perfume tan intenso que enseguida llamó mi atención. Me incliné y acaricié sus pétalos, bajé lentamente hasta la base y seguidamente por el tronquito, rocé con la yema de mis dedos sus espinas y cuando una abeja decidió salir de entre las flores y asustarme...me pinché dejando que mi sangre goteara sobre las hojas...
Corté el tronco y acerqué la flor a mi nariz, sonreí y caminé hacia el centro, pasando por los pasillos con esa rosa frágil y moribunda, saludando a los alumnos y algún que otro compañero hasta llegar hasta las residencias.
Sabía que le encontraría dormido en mi cama, perezoso, resistiéndose a salir de debajo de las sábanas...como haría cualquier gato a esas horas.
Me incliné y acaricié su rostro con la flor, él puso una cara extraña, normal, no conocía ese tacto...
Refunfuñó e intentó esconderse un poco más...
Dejé la flor al lado de su cabeza, me incliné y esta vez acaricié su rostro con mi mano, sonrió y relajó su expresión...incluso ronroneó...
Luego olisqueó, seguramente por el olor de mi sangre.
Se despertó alerta y sus ojos se encontraron con los míos, seguro que me sonrojé porqué sentía mis mejillas arder...
Le palmeé el trasero con fuerza y le revolví el cabello antes de levantarme y dirigirme hacia el baño...
Una Rosa para un Gatito Salvaje y un libro que escribir juntos
...
De qué género? a saber
...
podían ocurrir tantas cosas, nada era seguro en estos tiempos
...
un hermoso final o un final inconcluso
...
secretos desvelados o mil incógnitas por descubrir aún
...
muertes
...
sólo espero que él sobreviva lo suficiente para dejar testimonio de toda nuestra vida
...
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